EUROPA
PRESS
12 abril
2021
Descubren
que el gen PLD3 contribuye al riesgo de enfermedad de Alzheimer
Una rara y controvertida mutación en la
proteína fosfolipasa D3 (PLD3), ya anteriormente relacionada con la enfermedad
de Alzheimer, interfiere con la función vital de reciclaje de PLD3 dentro de
las neuronas, según publican los investigadores Matthew Schrag,
del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, y sus
colegas informan de estos nuevos hallazgos en un artículo publicado en la
revista 'PLOS Genetics'.
Alrededor del 1 por ciento de las personas con enfermedad de
Alzheimer son portadoras de una mutación específica en su gen PLD3. Sin
embargo, la cuestión de si esta mutación conduce o no a la enfermedad de
Alzheimer ha seguido siendo controvertida, debido a su rareza y a que la
función de la proteína era desconocida hasta ahora.
En el nuevo estudio, el equipo de Schrag
profundizó en la función de este gen y su relación con la enfermedad. Los
investigadores descubrieron que la PLD3 se localiza en los lisosomas del
interior de las neuronas. Los lisosomas son sacos altamente ácidos de enzimas
que actúan como sistema de reciclaje de la célula.
La PLD3 produce un componente importante de la membrana de
estos orgánulos ácidos, y esta función se pierde en la forma mutante. En los
cerebros de las personas con la enfermedad de
Alzheimer, la PLD3 se encontraba cerca de las acumulaciones de proteínas
tóxicas llamadas placas beta-amiloides. Además, las personas con altos niveles
de PLD3 tenían menos placas beta-amiloides y menos deterioro cognitivo, lo que
sugiere que la PLD3 normal ayuda a proteger contra la enfermedad.
En conjunto, estos descubrimientos establecen que la
mutación de PLD3 sitúa a una persona en mayor riesgo de desarrollar la
enfermedad de Alzheimer, muy probablemente por la alteración de su función en
el lisosoma.
Los investigadores proponen que los estudios futuros se
centren en investigar si potenciar la PLD3 puede tener un efecto protector que
reduzca los efectos de la enfermedad. En última instancia, estos
descubrimientos podrían dar lugar a nuevas dianas farmacológicas para las
terapias de la enfermedad de Alzheimer y mejorar nuestra comprensión del papel
del lisosoma en esta enfermedad tan común y gravosa.